Los documentos mallorquines en castellano del siglo XVIII muestran una distinción entre <b> y <v> más estable que otros textos producidos de la Península Ibérica. El objetivo de este artículo es examinar la distribución de estas grafías mediante una aproximación multidisciplinar que combina un análisis diacrónico y sincrónico con métodos estadísticos, y tratar de ponerlas en relación con rasgos de la variedad actual de catalán hablada en la isla. De esta forma, se ofrece una interpretación fonética que contribuye a la caracterización de la variedad histórica del español de Mallorca y que puede ayudar a profundizar en la comprensión de los fenómenos de variación y cambio lingüísticos en una situación de contacto.
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