Un nuevo estudio dirigido por científicos del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC, CSIC-UIB) y del Grupo Tragsa advierte de que los viñedos de todo el mundo se enfrentan a una amenaza creciente de la enfermedad de Pierce, una infección mortal de la vid causada por la bacteria Xylella fastidiosa.
Publicada en Scientific Reports, la investigación muestra que el uso de datos climáticos de alta resolución cambia drásticamente las predicciones actuales sobre el potencial de propagación de este patógeno, revelando un riesgo mucho mayor del estimado anteriormente, especialmente en Europa y Sudáfrica.
«La enfermedad de Pierce ha sido durante mucho tiempo un problema en Norteamérica, pero nuestros resultados muestran que el cambio climático está creando ahora condiciones favorables para su expansión en otras grandes regiones vitivinícolas», explica Àlex Giménez-Romero, investigador del IFISC y primer autor del estudio. «Por ejemplo, en Europa, tras analizar más de 100.000 viñedos, la proporción de árboles en riesgo salta del 22% al 41% cuando se utilizan datos de alta resolución».
El estudio destaca el papel fundamental de los microclimas, sobre todo en los valles fluviales y terrenos accidentados, donde se encuentran muchos viñedos de fama mundial. Regiones como el Duero (Portugal), el Ródano (Francia) y Napa (California) muestran un fuerte aumento del riesgo una vez que se tienen en cuenta las variaciones a pequeña escala de la temperatura y las precipitaciones. «Estos hallazgos son sorprendentes porque los microclimas que favorecen una calidad excepcional de la uva también crean condiciones ideales para el patógeno y sus insectos vectores», señala Eduardo Moralejo, coautor del estudio e investigador del Grupo Tragsa.
Según los resultados, el ritmo de expansión del riesgo casi duplica las estimaciones previas cuando se tienen en cuenta los datos climáticos a escala fina. Esto tiene implicaciones económicas potencialmente graves para la industria vitivinícola mundial, que ya está perdiendo más de 100 millones de dólares cada año en California debido a esta enfermedad. «Nuestro estudio demuestra que los conjuntos de datos climáticos a escala gruesa subestiman sistemáticamente el peligro de las enfermedades emergentes de las plantas», concluye Manuel A. Matías, investigador del IFISC y coautor. «La información de alta resolución es esencial, no sólo para el seguimiento científico, sino también para informar las políticas y reforzar los controles fitosanitarios en el comercio de plantas».
Los autores advierten de que el sur de Europa es especialmente vulnerable, pues ya se ha detectado la enfermedad de Pierce en Mallorca y Portugal, y piden una vigilancia más estricta, normas más rigurosas sobre el movimiento de plantas y un uso más amplio de datos climáticos a escala fina en la gestión de riesgos agrícolas.
Este trabajo representa un paso importante en la vinculación de la climatología con la epidemiología de las enfermedades de las plantas, ilustrando cómo los datos ambientales detallados pueden mejorar radicalmente nuestra comprensión de las amenazas a la seguridad alimentaria mundial.
Giménez-Romero, À., Moralejo, E. & Matías, M.A. High-resolution climate data reveals increased risk of Pierce’s disease for grapevines worldwide. Scientific Reports 15, 31282 (2025). https://doi.org/10.1038/s41598-025-13994-1